Mirian Romero
LOS MÓVILES Y LA FOTOGRAFÍA
Hace unos días, en la procesión de la Virgen del Carmen en la playa, me quedé pensativa y reflexionando sobre algo. ¿En qué momento nos hemos enganchado tanto a vivir mirando a través de la pantalla?
Por las playas de Torremolinos éramos varios los fotógrafos que andábamos ese día con nuestras cámaras profesionales para captar e inmortalizar la procesión. Hasta ahí todo bien, todo normal.

El exceso de gente y turistas también era más que evidente. Yo, ante eso y dado que el equipo fotográfico cuesta una considerable inversión económica, andaba cautelosa y con mucho cuidado a cada paso que daba. Un choque con una persona o una caída al agua podrían ser fatales. Me aseguraba de estar en zona y pose segura y entonces sí, disparaba. Lógico, ¿verdad?
Quiero pensar que la gente de calle, esa que llevaba su móvil en la mano no tienen esa presión, no tienen esa protección extra hacia su equipo. Un móvil hoy día lo encuentras por poco más de 100€, repararlo o sustituirlo se ha convertido en algo muy habitual ya que hay quienes lo hacen por simple capricho incluso.
Decenas de manos con sus dispositivos se elevaban ante mí y ante el objetivo de mi cámara. La foto perfecta queda terriblemente dañada ante la entrada en acción de un rectángulo con pantalla luminosa. "Bueno, no pasa nada, vienes por placer", piensas. El problema, es que cuando estamos cubriendo una boda, de una pareja de novios que han confiado en nosotros y nos han contratado para esa misión, también se nos cuela ese aparatito.

Ahora dirás, cierro el artículo, esto es una queja del sector de la fotografía.... ¡ESPERA!
¿Crees que se disfruta igual vivir algo así mirando a la pantalla o a la protagonista del acto en este caso? Yo creo que para verlo a través de la pantalla puedes quedarte en tu casa. Diferente es que estés grabando pero mirando a donde tienes que mirar, es decir, tu mirada hacia la procesión, hacia la gente, hacia el ambiente, hacia el mar con el detalle de que en lugar de tener los brazos hacia abajo tienes uno hacia arriba. Pero... cuando tienes la cabeza y sobre todo la vista hacia la misma dirección que el móvil, enserio, QUÉDATE EN CASA.